domingo, 13 de marzo de 2016

¡Ayudadme por favor!


¡AYUDADME POR FAVOR!


   ¡Ayudadme por favor! ¿No veis como estoy? ¿No tenéis ojos o no queréis ver? Me estoy muriendo, rompiendo a trozos. Todos los días algo de mi cuerpo se desprende y cae al suelo desde lo alto. Con estas últimas lluvias mis cimientos se han reblandecido todavía más, me siento agonizar y presiento que estoy en peligro de muerte inminente.

   Por si acaso no sabéis quien soy, me voy a presentar: Soy la Iglesia de San Juan de Paredes de Nava. Ya desde lejos se pueden ver todas mis vergüenzas, que son las vuestras, que son la de todos los que ignoráis esta situación que estoy sufriendo. Nací hace muchos años, me construyeron con el esfuerzo,trabajo e ilusión de mucha gente y costé mucho dinero y sacrificio a los paredeños. Durante siglos he sido testigo de alegrías y desgracias y no os hacéis ni idea de lo que yo he visto y sentido a lo largo de todo este tiempo. Fui muchas veces atalaya para divisar a los enemigos, mis campanas tocaron miles de veces a rebato, he presidido grandes solemnidades, he sido visitada por grandes dignidades, he sido para muchas de vuestras gentes refugio y remanso de penas y sufrimientos, de gozos, de despedidas...

   Nunca pensé, después de más de quinientos años, que llegaría a verme como estoy, que mis atenciones y desvelos iban a ser pagados con la indiferencia y el olvido de mi propio pueblo. Quizá he tenido mala suerte y esta grave enfermedad que padezco ha coincidido con tiempos desconsiderados, con gentes que creen que hacer una carretera u otras cosas es más prioritario que yo misma.

   Os quiero recordar que yo represento vuestro pasado, vuestra hidalguía y nobleza y doy fe que este pueblo de Paredes fue conocido en el mundo por su arrogancia, por su cultura, por su interés artístico y yo soy una muestra de todo aquello. Por eso no puedo comprender lo que está pasando conmigo o quizás: ¿ Es qué ya no tenéis nada del exquisito espíritu y genialidad que sobraba a los paredeños del pasado y de lo que tanto presumís ahora en Memorias y Esplendores? Yo pertenezco también a la época de la riqueza y de los esplendores, pero a mí me habéis olvidado, no quiero pensar que me estáis condenando a la ruina por no tener la belleza que aparentan mis hermanas.

   Sé, por lo que veo a diario desde la ruina de mi torre, que tenéis medios económicos y materiales como jamás aquí, en este pueblo han existido, lo que falta es interés, porque como todos sabemos, querer es poder. Como Torre de San Juan de todos los tiempos, os quiero advertir que si yo caigo, si me derrumbo, conmigo también os vais vosotros y pasareis a ser uno de los muchos pueblos que no tienen pasado que enseñar porque lo han dejado arruinar y os lamentareis. Algún día, cuando os digan que el turismo es muy importante para estas tierras en que la industria y la agricultura pasan por tiempos difíciles, si yo no estoy, lo tendréis más difícil.

   ¡Ayudadme por favor! yo también soy de Paredes, ahora os necesito, no pido para mí, pido para todos vosotros.


José Herrero Vallejo

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