SAN SEBASTIÁN MARTIR
Un patrono protector
Martirio de San Sebastián, patrono del pueblo de Paredes de Nava. Pintura de Pedro Berruguete que se encuentra en Urbino, Galleria Nazionale de la Marche. |
Dicen de él, que fue un joven y apuesto legionario romano que vivió en los tiempos del emperador Diocleciano, fue miembro de la guardia pretoriana y distinguido soldado, que haciendo caso de su sentir personal, siguió la senda espiritual que en aquellos tiempos proscritos iniciaba un recorrido que ha llegado hasta nuestros días.
Cristiano convicto, luchador por su ideal, sufrió persecución y fue condenado por sus innovadoras creencias religiosas a morir asaeteado y así fue, pero sus ejecutores, compañeros de armas, colocaron los dardos en las partes de su cuerpo no vitales. y Sebastián vivió para contarlo. Sin embargo, su fe le hizo persistir en tan arraigadas y peligrosas creencias, y condenado de nuevo, cumplida la sentencia, arrojaron despreciativamente su cadáver a un inmundo lodazal. Irene, más tarde, Santa Irene, recogió sus restos que fueron enterrados en la catacumba que hoy todavía lleva su nombre. La Iglesia muchos siglos más tarde, santificó a este cristiano y dedicó su recuerdo a ser patrono y señor protector de pestes. Los pintores y otros artistas, eligieron su cuerpo para escenificar la belleza y fortaleza física del sexo masculino.
En plena Edad Media, la peste bubónica asolaba a pueblos y ciudades y estas gentes, permanentemente enlutadas, desprovistas de otros medios, haciendo uso de su espiritualidad y creencias, se encomendaron a este santo para que les protegiera de tan desoladora epidemia que diezmaba los pueblos y destruía familias e ilusiones.
Procesión del Santo el día 20 de enero en Paredes de Nava. |
Desde tiempos conocidos, el 20 de enero, las autoridades religiosas, civiles y militares, acompañadas del pueblo entero, acuden al mediodía a Misa solemne, renovándose en ella el Voto: La autoridad municipal, de pie, en el altar mayor, con voz grave y severa, dice así: “Te pedimos, una vez más, Señor Sebastián, misericordia a ti, y renovamos nuestro voto de reconocerte siempre como abogado y patrón de esta villa, y prometemos, que el día que la Santa Madre Iglesia celebra tu fiesta, sea en nuestra villa fiesta de guardar. Esperamos, Señor Sebastián, que tu intercesión con nuestro Señor Jesucristo, alcance alivio a esta villa y libre a sus vecinos del terrible mal de las pestes de este siglo: recibe los votos de los vecinos de esta villa que guardaran ellos y sus descendientes." AMEN
Después inician un desfile procesional encabezado por todas las cofradías, con sus pendones y estandartes desplegados, en un recorrido que en otros tiempos consistía en dar hasta tres vueltas a la iglesia, testificando de esta forma su devoción y entrega. A continuación, les sigue en una adornada y florida plataforma, la pequeña y hermosa imagen del santo, cuyas andas soportan los hombres en un caminar solemne, escoltados por una gran comitiva, cuya retaguardia la integra una formación de caballería engalanada. que sustituye a las antiguas y queridas “mulillas”, parejas de acémilas mulares, que liberadas en este día de su trabajo, limpias y relucientes, exhibían antiguamente un bello y artístico esquileo, adornadas de cintas y "espejillos" de colores, que al caminar, hacían sonar sus cascabeles y esquilas, en una competición de amor y pasión de un pueblo amante de lo suyo.
Música, degustación de churruscados torreznos, chorizos y demás alegrías, acompañados de buen vino, y mejor pan, ofrecidos por el Ayuntamiento, en fraterna compañía, completan este día de San Sebastián, al que pedimos que nos siga protegiendo contra los males que hoy en día nos acechan y afligen.
José Herrero Vallejo
Descripción de una historia muy bonita, y muy poco conocida en cuanto a detalle se refiere. Gracias por la información
ResponderEliminarSi, muy bonita y documentada. Como todo lo que escribe el Dr. Herrero Vallejo.
ResponderEliminar