martes, 29 de marzo de 2016

La Virgen de Carejas en la encrucijada


LA VIRGEN DE CAREJAS EN LA ENCRUCIJADA

Virgen de Nuestra Señora de Carejas
vistiendo un sencillo y austero ropaje
habitual de las vírgenes castellanas
en épocas antiguas.
      Quiso la casualidad que Santiago Asenjo, conocido anticuario de Paredes, fuera llamado un día para valorar un deterioro observado en la imagen de la Virgen de la ermita de Carejas. Sus ojos expertos detectaron rápidamente lo que otros durante cientos de años no habían visto, y venía a suceder lo que Lorenzo, mi hermano, en un libro titulado “La Cofradía de Carejas en Paredes de Nava (1.500-2.000)” había apuntado con anterioridad. Dice que en el año 1.500 se extendió por la cristiandad una gran devoción a la Virgen de la Misericordia a partir de una visión de Cesáreo de Heisterbach, monje alemán, en la cual “la Virgen ampara bajo su manto a los cristianos de la ira de Dios” Fue tal la fuerza de esta devoción que se modificaron las imágenes colocándoles un gran manto, para lo que fue necesario serrarles incluso los hombros y los brazos, y cita el autor el caso sucedido, entre otros, a la Virgen de Cantomenudo, que se encuentra en la Iglesia de Santa Maria de este pueblo...
      Volviendo a lo referido, un estudio técnico concluye que la imagen de la Virgen es una talla románica anterior a la época considerada, y que sufrió en aquel tiempo estos avatares apuntados. Y a partir de aquí, comienza la Virgen a encontrarse en una encrucijada, contemplándose la posibilidad, dado su valor histórico, a ser castigada trasladándola a un museo para admiración de turistas, y ser sustituida en la ermita por una réplica que será semejante en apariencia, pero indudablemente no la misma.
      Es necesario decir que la Virgen de Carejas no se merece tal destino, pues no es para nosotros solamente una talla de madera policromada que la casualidad ha hecho que se realce su valor artístico al conocerse sus primitivos orígenes. Nuestra devoción está por encima del indudable valor artístico que ahora se le reconoce a nuestra Virgen. La Virgen de Carejas es para  los paredeños y para el pueblo de Paredes de Nava, mucho más que todo esto, pues su imagen se encuentra impregnada, desde tiempos que se pierden en la leyenda, de la alegría, de las lágrimas, de los amores y de la secular devoción paredeña de todos los tiempos y eso es, su valor, el soporte de su devoción.
      La Virgen, la que conocemos, lleva satisfaciendo las necesidades espirituales de este pueblo, recibiendo la confianza de sus corazones, no años, sino siglos y en ella se ha  depositado el amor, la esperanza de vivir, se le ha  pedido ayuda con el derecho y la confianza que tiene un hijo con su madre. Y así años y siglos y ante ella, en situaciones difíciles, se ha  depositado lágrimas de tristeza y alegría, y su visión  ha reconfortado y dado ánimos para vivir y todo ello lo hemos hecho y lo hacemos con la confianza y el derecho que nos da que sea ella nuestra patrona; la representante en el cielo del pueblo. Y es ella y no otra, la que ha recibido nuestras plegarias y concedido en muchas ocasiones peticiones que a sólo ella han pedido nuestros abuelas y abuelos, nuestros antecesores milenarios que caminando en días de niebla, nieve y sol, han llegado hasta su ermita y allí en el silencio y soledad de los campos, con devoción, le han confiado en silencio sus pesares.
      Su sitio está allí y no en una oscura vitrina de un frío museo a donde la quieren llevar y decimos que debe de estar allí, porque sus devotos tradicionales necesitan manifestar su fervor real a la imagen que desde siempre la ha representado y con la que se sienten identificados, porque si decimos que únicamente el fervor se manifiesta por la vía espiritual, no necesitamos ninguna otra vía de expresión o manifestación popular. Hoy existen muchos medios de seguridad para preservarla de posibles desaprensivos y en esa línea debemos de trabajar los que amamos a la Virgen de Carejas para que permanezca donde siempre ha estado.
      ¿Quién se atrevería en la actualidad a sustituir los cuadros originales de Pedro Berruguete de la iglesia de Santa Eulalia por unas copias mas o menos parecidas, por el peligro de ser sustraídos? O retirar la Custodia de la Catedral de Palencia, o el sagrario de plata y oro con los mismos argumentos? Si así fuera todo perdería su valor artístico y ornamental, se alterarían los fines de quién así lo dispuso y se arriesgaría el sentido de la devoción.
      En cualquier caso las decisiones a tomar en este caso no deben de ser enjuiciadas exclusivamente por los cofrades, por muchos derechos que tengan derivados de su adscripción a la cofradía, sino que también deben ser las autoridades eclesiásticas las que se manifiesten y especialmente el pueblo de Paredes por el derecho que les confiere el hecho de ser ella su patrona.
      Nosotros creemos que debe respetarse y prevalecer la idea original que decidió, hace siglos, que esta imagen ocupara el lugar que hoy todavía ocupa Y si se llevara a cabo lo que venimos denunciando, creemos que será una decisión atrevida, arriesgada e irrespetuosa que pone en entredicho los valores espirituales del fervor y de la devoción depositados en una imagen que se ha ganado su denominación sagrada y en la que también cuenta su valor artístico. Se dice que va a ser coronada el día 24 de Agosto. Nos preguntamos ¿la imagen auténtica o la nueva? Y si es la auténtica como le podremos rezar cuando la lleven al museo. ¿A qué iremos a Carejas?



JOSÉ HERRERO VALLEJO

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