miércoles, 6 de abril de 2016

Celinda es nombre de flor


CELINDA


   Celinda es nombre de flor, de flores olorosas y fragantes, que en racimos blanquecinos, adornan los verdosos y altivos arbustos que embellecen nuestros parques y jardines. Flores de pétalos blancos, que en primavera temprana, brotan entre las verdes hojas, vistiendo así su tronco de albinos colores, esparciendo generosos un mensaje de suave fragancia.


   Celinda es también nombre femenino, pues algunas mujeres, atraídas por tan irresistible tentación, pidieron prestado su nombre a las flores y alguna hasta se lo robaron, para así poder parecerse a ellas y llevar consigo la atracción de su belleza y el perfume oloroso emanado de su esencia.

   Celinda es una conocida mujer palentina que tuvo la suerte de haber sido revestida de tan atrayente nombre y desde entonces, lleva con ella la elegancia en su porte, en su ser y sentir y,  consciente de tal responsabilidad, va llenando su vida de buen hacer y admirado pasar. Fortalecida de suaves y desenvueltas maneras y forjada en la férrea voluntad de querer ser, ha consumido mucho tiempo de su existencia en la preocupación por el bienestar de los españoles y ha ido creciendo y ocupando amplios espacios políticos, como también lo han hecho en su medio los arbustos, que llevan su nombre, en nuestros parques y jardines.

Arbusto ornamental de jardines muy decorativo que desprende un olor dulce que recuerda al azahar, llamado también Flor de Ángel.

   Celinda ejerce de palentina porque su nombre está profundamente enraizado en estas tierras, las mismas que todos los años llenan los graneros de nuestras casas y por eso ella quiere estar aquí, con los suyos, en su ciudad, dirigiendo los destinos, el día a día palentino. Muchos también quieren lo que ella quiere y en un emocionante y populoso acto que tuvo lugar en su Palencia el último día del pasado mes de septiembre, en olor de multitud, fue propuesta como candidata oficial para acceder a la alcaldía palentina, en las próximas elecciones municipales.

   Celinda pertenece a ese grupo de mujeres nacidas en esta tierra, descendientes de aquellas que durante siglos permanecieron calladas, manteniendo con esfuerzo la dignidad y economía de las familias castellanas, que sobradas de fuerza y energía, valientes y seguras, han decidido renunciar a su comodidad para intervenir en la vida pública.

   Celinda, si consigue lo que pretende, será la primera mujer que ocupe el puesto de alcaldesa de la ciudad de Palencia y a su tiempo, otras muchas mujeres ocuparán también los espacios políticos que merezcan, en una carrera política que comenzó cuando una admirable mujer, Clara Campoamor, consiguió para ellas, por primera vez, hace ahora setenta y cinco años, el derecho a votar, en igualdad con el hombre, como un ejercicio de libertad.


José Herrero Vallejo

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