jueves, 26 de mayo de 2016

Arisca primavera castellana



ARISCA PRIMAVERA CASTELLANA

a mi amigo Miguel Ángel Torres
   
 En estos lugares castellanos, tan alejados de  mares y  cercanos de cielos, tan solitarios y olvidados, gustan los inviernos de permanecer aquí más tiempo y  con avaricia, se muestran  tenaces y violentos. Dicen que se van, y sin marcharse, celosos  de fragancias y sosiegos, abusan impenitentes de su bruto poderío, y los campos,  arrugados y ateridos, se defienden de escarchas y de hielos tardíos, de vientos y de  fríos.      
 Pero cuando los días primaverales van siendo más tiempo luz, y las noches  pierden oscuridad, cuando el sol gana altura en el cielo  azul,  los inviernos derrotados se retiran, y los sembrados, aliviados,  reverdecen de  alegría.
 Altozanos, laderas, hondonadas y  hasta los mismos baldíos, participan de tan verde algarabía, y los cardos silvestres y semillas perdidas, en medio de los sembrados metidos, crecen desafiando los verdes intereses campesinos.
La joven primavera, enloquecida de tanto campo, desconcertada de tanta vida, no acierta a comportarse. Un día toda ella es lluvia, y al siguiente todo sol, y algunas madrugadas hasta trae escarchas y hielos que producen en el sembrado desasosiego y terror. Otras tardes, sin quererlo, los cielos de nubarrones se encapotan, los campos se oscurecen, los aires se hacen ráfagas de  viento y llegan chaparrones y aguaceros, acompañados de relámpagos y truenos.


...  los cielos de nubarrones se encapotan, los campos se oscurecen, los aires se hacen ráfaga de viento...y llegan chaparrones y aguaceros.. Foto: Paco Infante
 Y entre nubes y soles, entre fríos y calores, va la primavera marchando, y generosa, con agua de lluvia, los campos de jugosos verdeclaros, de ricos verdemares, con sonrisas, va  ilusionada   pintando. Y ellos,  de verde  festival  revestidos,  de agua, viento y sol fortalecidos,  entallados y floridos, caminan lentamente, sin ser tal vez advertidos, que crecer es perder alguna vez,  aquel  verde juvenil tan querido.
 Ariscas primaveras, que vienen a estas tierras cargadas de invierno y se van llenas de sol, que llegan de verde y se marchan  de dorado, sean siempre  a estos campos de labranza  bienvenidas, no importa que lo hagan a trozos, a retazos, a golpes, de mil formas o caprichosas maneras.
Pero  ellas también pasan, como todo lo de aquí. y muchas se van vacías porque su espíritu se  quedó en los campos bruñidos de sol y lavados de agua, en los mantos de flores,  estampados de rojas amapolas, en el alma agradecida  de los que recibieron la generosidad de los que supieron dar todo lo que tenían.



José Herrero Vallejo



1 comentario:

  1. Plástica, dinámica descripción. Nos envuelve en los procesos cambiantes de Natura. Es un gran observador José Herrero de su tierra palentina.

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